Noche de amor

Bueno pues aqui les traere una historia. Pero solo les advertire una cosa a los menores de 18 o a los sexofobicos; esta historia tendra contenido sexual, asi que si eres menos te recomiendo que tus papas no esten cerca y si no te gusta el sexo simplemente no leas la historia y ya :) nO quiero chillidos. gracias.

Una noche, el joven Saito Moriyama regresaba de la escuela nocturna de matematicas. Saito era un joven de 20 anos de edad y vivia en un mundo magico lleno de jugetes y otros mundos. Su amor por las matematicas era por que reflejaban el lenguaje de la realidad. Asi como los pitagoreanos de la antigua Grecia decian, las matematicas estan detras de todas las cosas.
Cuando Saito llega a su casa, este es recibido por una linda peluchita llamada Alicia. Alicia era una Conejita de peluche color azul que tenia siempre deseos de ver a Saito. Ambos se amaban y pues esa noche iban a sentir una pasion intensa.

"aaaa.... has llegado amor.. como te fue en tu clase?"
"bien jaja, tenia ganas de verte ya..."
"igual yo, Saito. Quiero que esta noche me hagas sentir como una reina..." Al decir esto, Alicia toma a Saito de la mano y se lo lleva a la habitacion de ellos dos. Ahi en la cama, Alicia lo avienta y se trepa arriba de el y lo comienza a besar en la boca muy fuerte.
"Ahora te guste o no seras mi presa..." Dijo Alicia viendo a Saito con ojos verdes muy intensos.
"Con calma porfavor!..."
Alicia le quito el pantalon y la ropa interior y puso sus genitales arriba de los de el y comenzo a frotar para estimularlo. Saito sentia mucho placer y Alicia lo abrazaba mientras estaba montandolo. Saito solo frotaba su rostro en el pecho de ella para sentir la suavidad de su pelaje. Ambos luego se besaron y Alicia hizo como que ahorcaba a Saito para hacer el papel de dominante aun mas intenso. Saito amaba ser sumiso en la cama, incluso en la vida diaria. Era un fetiche muy preciado para el joven adulto.

"Saito, ahora lame mi vagina..."
"pero... tan pron..."
"QUE LO HAGAS!"
Saito obedecio y comenzo a besar los genitales de ella con un rostro de sumision muy marcado. Su rostro estaba rojo como un recien enamorado. Mientras lo hacia, Alicia solo pujaba por que enserio amaba esa sensacion en su vagina, era mejor que sentir el sabor del platillo mas rico.

Continuara...